Está demostrado que en los segmentos críticos del mercado de la energía existe una correlación definitiva entre la planificación y la ejecución de una estrategia exitosa de transformación digital y la adopción de la transición energética. Las organizaciones que mejor planifiquen, ejecuten y midan sus esfuerzos estarán bien posicionadas para el éxito a medida que sus respectivos mercados sigan evolucionando.