Para promover una mayor eficiencia energética, muchos gobiernos en Europa, especialmente en Alemania, han creado considerables incentivos por la posibilidad de impuestos sobre la electricidad y/o la energía. Como resultado, las mejoras en la eficiencia energética no sólo permiten a las empresas reducir sus costes energéticos, sino que también consiguen un importante ahorro fiscal. Para poder beneficiarse de estas reducciones, las empresas deben implantar un sistema de gestión energética y medioambiental según la normativa ISO 50001. El requisito previo para ello es la instalación de dispositivos de medición de energía. Dado que los impuestos especiales en toda la UE están ampliamente armonizados, al menos en lo que se refiere a los impuestos sobre la energía, el uso de componentes técnicos en toda Europa es cada vez más importante, sobre todo teniendo en cuenta los objetivos de eficiencia energética de la UE para 2030.